Cada segundo de la vida de todo ser vivo va acompañado de una enorme cantidad de procesos bioquímicos diferentes, que en general se denominan metabolismo o mantenimiento de la vida. Los animales y los hongos dependen en gran medida de fuentes de alimentos fácilmente disponibles repletas de energía biodisponible y de una amplia diversidad de macro y micronutrientes. Las plantas tienen una capacidad única para producir compuestos orgánicos ricos en energía (o metabolitos) a partir de componentes inorgánicos durante su metabolismo.
Sabiendo eso, podemos dividir aún más esos metabolitos en dos grupos principales:
Metabolismo primario
El metabolismo primario se encarga de producir compuestos estructurales esenciales para el crecimiento, la reproducción y la supervivencia en general. La vida de cualquier organismo depende del metabolismo primario, ya que es crucial para mantener su existencia.
Los metabolitos primarios incluyen:
- Hidratos de carbono: Son los componentes básicos de la estructura celular de la planta (celulosa) y actúan como moneda energética primaria (sacarosa y glucosa). Los carbohidratos se sintetizan como producto directo de la fotosíntesis, lo que permite la síntesis de otros metabolitos primarios.
- Las proteínas: Las proteínas son las unidades funcionales fundamentales de la célula de todo organismo vivo. Son responsables de construir el cuerpo de la planta a partir de carbohidratos y de impulsar todos los demás procesos metabólicos, desde la captura de CO2 de la atmósfera hasta la división celular y la síntesis de THC.
- Grasas: Al igual que los hidratos de carbono, las grasas también sirven como componentes básicos (como las ceras y todas las membranas biológicas). Sin embargo, su función de almacenamiento de energía se centra principalmente en la acumulación a largo plazo. Muchas semillas de plantas contienen una cantidad significativa de aceite, incluido el cannabis, donde las grasas representan alrededor del 30% de su peso seco, precisamente para el almacenamiento de energía a largo plazo.
- Ácido nucleico (ADN): El ADN comprende una secuencia de genes que contienen toda la información necesaria para construir y hacer funcionar un organismo. El genoma humano comprende aproximadamente 20.500 genes, mientras que el del cannabis ronda los 30.000. Compartimos alrededor del 40% de nuestra información genética con el cannabis, y nuestras células comparten muchos mecanismos internos y procesos metabólicos.
Tanto los animales como los hongos sobreviven exclusivamente de los metabolitos primarios de las plantas como única fuente de nutrientes.
Metabolismo secundario
El metabolismo secundario genera compuestos que desempeñan un papel importante en la adaptación al medio ambiente. Estos compuestos cumplen diversas funciones, como defenderse de los factores ambientales, disuadir a los depredadores, atraer a los polinizadores y mantener la inmunidad. El éxito, la reproducción y la salud general de una planta dependen en gran medida del metabolismo secundario.
Las plantas producen varios grupos de metabolitos secundarios, entre ellos:
- Alcaloides: Este grupo incluye compuestos de los que dependen miles de millones a diario, como la cafeína, la nicotina y la morfina.
- Terpenoides: Los terpenoides engloban tanto a los cannabinoides como a los terpenos, los compuestos orgánicos del cannabis más valorados.
- Fenólicos: Este grupo está formado por compuestos como los flavonoides, incluidas las antocianinas, que ayudan a las plantas a defenderse del medio ambiente y contribuyen a la coloración púrpura de determinadas variedades de cannabis.
Los seres humanos y muchas especies animales aprovechan las características únicas de los metabolitos secundarios de algunas plantas y dependen en gran medida de ellos.
Ingesta de energía
Todas las plantas necesitan un aporte energético continuo para sintetizar metabolitos primarios y secundarios. La fotosíntesis es la única fuente de energía biodisponible en la Tierra. Utiliza la energía solar (radiación) para convertir el agua y el dióxido de carbono en hidratos de carbono, que luego se utilizan para sintetizar proteínas y grasas. La fotosíntesis también produce oxígeno, que respiramos para obtener energía de los hidratos de carbono, proteínas y grasas consumidos.
Composición química
En cuanto a la composición de la planta de cannabis, aproximadamente el 90% de su peso seco se compone de CARBONO, HIDRÓGENO Y OXÍGENO obtenidos del CO2 y el agua durante la fotosíntesis. El 10% restante incluye otros 13 elementos derivados de compuestos orgánicos o fertilizantes sintéticos. Estos elementos son: NITRÓGENO, POTASIO, CALCIO, MAGNESIO, FOSFORO, AZUFRE, HIERRO, BORO, MANGANESO, ZINC, COBRE, MOLIBDENO y CLORO.
Conclusión
Nuestro objetivo principal en esta fórmula es proporcionar suficiente energía (luz) a la planta, crear un entorno ideal y dar a las plantas el agua y los nutrientes justos para que utilicen esa energía correctamente. Esto garantizará que se satisfagan las necesidades de metabolismo primario de la planta y le permitirá crecer y producir cogollos sanos llenos de grandes cantidades de metabolitos secundarios (cannabinoides y terpenos) que tanto valoramos.